El BCE ha puesto en marcha un plan (QE)
para comprar deuda por valor de 60.000 millones de euros mensuales
(45.000 millones en bonos del Tesoro y el resto en activos privados), en
total 1,14 billones hasta septiembre de 2016. Esta maniobra provocará un descenso de las rentabilidades en los mercados de deuda pública,
incluido el español, y, por tanto, un incremento de los precios de los
bonos.
¿Cómo afectará esta situación al sector asegurador?
Las compañías
aseguradoras, junto a los bancos y fondos de inversión y Pensiones, son
los principales tenedores de deuda pública española. Según datos de
Bloomberg recogidos por El Economista, el principal inversor es Banco Santander (17.500 millones de euros), le siguen AXA (13.560 millones), Generali (9.751 millones), CNP Assurances (5.045 millones), Allianz (3.878 millones), Zurich Insurance (3.306 millones), CaixaBank (3.211 millones), Munich Re (2.984 millones) y Aviva
(2.851 millones). Con esta voluminosa cartera de deuda, si los tipos
siguen cayendo estos inversores podrán vender en el mercado sus bonos
con importantes plusvalías, según asegura el diario.
No obstante, hay que tener en cuenta que el sector asegurador es un inversor de largo plazo que, por tanto, tiende a mantener las emisiones de deuda en cartera hasta su amortización,
con lo que el descenso de las rentabilidades en la situación actual de
mercado no les favorece. De hecho, la directora general de Seguros y
Fondos de Pensiones, Flavia Rodríguez-Ponga, ha advertido recientemente al sector que debe vigilar las inversiones, sobre todo en el ramo de Vida,
por la incidencia de los tipos de interés: “Hay que hacer un mayor
seguimiento y control”. Algunos expertos han pronosticado que a las
compañías no les va a quedar más remedio que buscar para invertir nuevos
activos de más riego que ofrezcan rendimientos algo más atractivos.
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